Soy de una ciudad pequeñ, no tan pequeña para llamarse pueblo, no tan grande para dejar de vernos. Soy seria cuándo menos se necesita y ensayo diferentes formas de verme en la vida. Disfruto ampliamente de la lectura y la narración espontánea. Pedro Salinas suele ser una gran inspiración de frontera.
Hace poco perdí toda la memoria, así que mi vida se resume en un intento tan desesperado como aburrido por recomponerla. La mayoría de mis obras son retazos robados a la inconsciencia. Los pinto esperando alguna pista
((sobre quién fui, o dónde me quedé)).